“Alehop” es una delicia, una historia perfecta. Totalmente recomendable (Anika entre libros)

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En un pequeño pueblo sin nombre vive una pareja de ancianos. Ella está postrada en la cama y es su marido quien la atiende y se desvive por ella, pero esta persona es ya muy mayor y, día a día, nota como el esfuerzo de levantar a su esposa va mermando su salud. Decidido, acude al Ayuntamiento en busca de ayuda.

Esta ayuda se volverá un poco absurda ya que, el primer día, recibe la visita de un sudamericano que le auxilia en la tarea de atención a su esposa. Pero el anciano se sorprende al enterarse de que no va a acudir todos los días sino un par a la semana. Un poco enojado, vuelve a acudir al Ayuntamiento a presentar una queja y, entonces empieza a averiguar el por qué de este recorte en servicios: ha llegado un Circo y casi todo el presupuesto va destinado a él

¿Qué hará entonces el anciano?



Alehop” es la primera novela que tengo el gusto de leer del autor mallorquín José Antonio Fortuny. Una novela que encierra no solo una historia entrañable sino, al mismo tiempo, muy crítica con la sociedad actual especialmente pone el dedo en la llaga en el abandono que, muchas veces, sufren las personas más débiles por parte de las administraciones. En este caso, se trata de la mujer del anciano protagonista.

Esta crítica es lo más llamativo de la novela y lo que no solo consigue captar la atención del lector sino provocar su indignación ante este hecho. Una reacción que no es ninguna exageración ya que, por desgracia, son casos que suceden muy a menudo. Tomando como base la dependencia a la que está sometida la anciana, José Antonio Fortuny, hace un guión (muy crítico y duro) a la Ley de Dependencia, al abandono que, muchas veces, las personas más necesitadas sufren por parte de las administraciones públicas. Abandono que, en otros casos, está motivado por el desvío de fondos a otros menesteres, algo que observamos en esta novela: el dinero que puede ser destinado a contratar a una persona que ayude al anciano, es desviado por el Ayuntamiento a un Circo.

Un Circo que, sí, no está mal, pero que emboba a la gente haciendo que no vea más allá. No estoy segura pero yo he interpretado el papel de este Circo como todos esos actos (fútbol sobre todo) que muchas veces proyectan en la tele para desviar un poco la atención de la gente o para hacer que piensen en otra cosa. Una metáfora por tanto, esta del Circo, muy buena.

La verdad es que “Alehop” no es una novela que pasa desapercibida. Nada más empiezas a leerla notas que tiene muchísima miga. José Antonio Fortuny, por otro lado, tiene un estilo narrativo muy ameno. Sus personajes, especialmente el del abuelo, es muy entrañable. Esta persona es un anciano con carácter pero que tiene su puntito cómico, el lector logra empatizar desde el principio con él y llega a tenerle un poco de lástima y admiración. Lástima al ver que es él quien se ocupa día y noche de su esposa, admiración porque en eso se desprende y aprecia todo el amor que se tienen. Sin caer en una cursilería, la historia de amor de ambos ancianos es muy hermosa y es de las que transmiten y enseñan al lector.

Otro punto a destacar, y aquí le he visto un paralelismo con la novela de Antonio Gómez RufoLa más bella historia de amor de Paula Cortázar”, es la crítica que hace a ciertos programas de televisión que viven gracias a las audiencias basadas en el morbo y en la explotación de las personas, de su dolor principalmente, sin importarles ni tener en cuenta ningún tipo de sentimientos o valores éticos. Esta parte, esta crítica es otro de los momentos cumbres de la novela y uno de los aspectos que la hacen aún más buena.
 

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