"La ínsula inefable" o cuando los diplomáticos se convierten en escriotres

El diplomático “escribe como persona, porque es persona”, pero también “escribe para el Estado, es sus ojos, sus oídos, su intuición en otro Estado, lo representa y negocia en su nombre”, explicó a The Diplomat el actual embajador de España en Francia, Manuel Montobbio, autor de los poemarios Mundo. Una geografía poética y Guía poética de Albania y de numerosos ensayos, como el muy reciente Ideas Chinas. El ascenso global de China y la Teoría de las Relaciones Internacionales.

Diplomacia y literatura conviven muy bien. De hecho, la literatura ha sido para mí una herramienta sin igual para conocer las sociedades y los países en los que he estado destinado”, declaró a The Diplomat el director general para Europa del Ministerio de Asuntos Exteriores, Juan López-Herrera.

“Por el contrario, diplomacia y escritura conviven mal”, matizo. “Sólo he conseguido escribir dos novelas (La cream coneshion y La ínsula inefable, publicada este mismo año) y una narración corta (Breve relación del verdadero encuentro de dos mundos) en casi treinta años de carrera y puedo asegurar que no es por falta de ideas ni de ganas”.

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